En afecciones hereditarias es muy complicado enfocarnos en la prevención por la predisposición que ya existe, la displasia de cadera es uno de esos padecimientos y se caracteriza por una dificultad de nuestros peludos al momento de caminar, pero cuál es la razón y lo más importante ¿existe alguna cura para esta enfermedad?, en esta publicación te lo contamos.
La displasia es una condición genética donde el fémur no encaja adecuadamente en una cavidad localizada en la cadera, dificultando con ello la movilidad de la pata del perro y por ende la deformación de la articulación con el paso del tiempo, ya que se genera desgaste, cojera y dolor. Sin duda un padecimiento indeseable para nuestros peludos, que, a pesar de ser hereditaria es posible que no se desarrolle, para ello también influye el ambiente en el que se desenvuelven nuestros pequeños amigos, desde su alimentación hasta la rapidez con la que crecen, por ello es recomendable estar atentos estos factores y por supuesto tener consultas médicas periódicas.
Si tu perro camina con dificultad no necesariamente quiere decir que padece displasia de cadera, para ello será necesario acudir con un profesional para que realice una exploración clínica completa, existen algunas pruebas específicas para este padecimiento y así poder detectar ese exceso de laxitud articular, será necesario sedarlos por lo que implica este tipo de estudio, sin embargo, mediante todo esto el veterinario podrá darte un diagnóstico certero. Existen ciertas razas con predisposición a esta enfermedad, pero eso no exime a otras de poder desarrollarlo, porque como ya comentamos en multifactorial.
Ahora, qué tipo de tratamiento existe cuando ya se ha corroborado el diagnóstico, ante esta situación no existe una cura definitiva, una vez que se ha detectado la enfermedad el enfoque será en controlar el dolor y procurar la mejor calidad de vida posible para nuestro peludo amigo. Este tratamiento paliativo se centra en mejorar la función de la articulación para detener lo más posible la pérdida de masa muscular, que es de las características principales de esta enfermedad, ya que al dejar de usar por completo una o las dos patas traseras dejan de ejercitarse.
Esto en conjunto con la fisioterapia serán puntos centrales del tratamiento, en complemento está el control de peso, ejercicio de bajo impacto y por supuesto una alimentación especializada, así como fármacos destinados a disminuir el dolor crónico que genera esta enfermedad. Existen otros tratamientos más invasivos, como la cirugía, sin embargo, no hay los casos suficientes como para asegurar que es una opción altamente exitosa, pues en algunos casos suele tener una duración de aproximadamente seis meses y luego reaparece el mal encaje de la cadera.
La displasia de cadera puede llegar a la vida de nuestros peludos, aún y busquemos los medios para que no suceder, recuerda que ante una situación así lo más importante es enfocarte en darle los cuidados necesarios para que viva de la mejor manera y por supuesto todo el amor que le tienes.
Referencias:
https://axoncomunicacion.net/displasia-de-cadera-en-perros/