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El moquillo, enfermedad prevenible

23- el moquillo

En nuestra preocupación porque tu pequeño peludo esté bien, queremos compartir aspectos importantes de las enfermedades caninas más comunes, entre ellas está el moquillo, que seguro identificas, sin embargo, en esta publicación conocerás detalladamente sus síntomas, tratamiento y cómo prevenirla. Primero debes saber que esta enfermedad se origina por un virus, que es muy parecido al sarampión, por lo que es muy contagiosa, basta con inhalarlo para adquirirlo y está presente en todas las secreciones de peludo infectado, ya sea heces, sudor, moco, saliva, entre otros.

La mejor prevención para que nuestra mascota no se contagie de este virus es sin duda la vacunación oportuna, es fundamental que acudas con un profesional de la veterinaria para que te asesore sobre los tiempos y las vacunas que deben aplicarse para esta y otras enfermedades. Sin embargo, habrá ocasiones que por alguna razón nuestros peludos sean vulnerables, por ejemplo, si son cachorros y no los hemos vacunado o si hemos adoptado algún can y no sabemos sobre sus antecedentes, para ello debes estar atento a los síntomas del moquillo, una vez que se ha infectado aparecerá la fiebre en los días subsecuentes y dependiendo de cada peludo podrán ser moderados o más graves, ya que pueden poseer cierta inmunidad o aún tener residuos de algunas vacunas que se hayan aplicado antes, en este caso solo se manifestará lagrimeo, mucosidad, tos leve y un ligero decaimiento. En casos más graves se presenta dificultad respiratoria, secreción nasal, tos constante, diarrea y vómito, además de afecciones cutáneas como engrosamiento de piel, nariz y las almohadillas de las patas, incluso pueden aparecer espasmos musculares y ataques súbitos.

Todos estos síntomas pueden presentarse o son parecidos a los de otras enfermedades, por ello el diagnóstico profesional es crucial para poder comenzar con algún tratamiento, tener presentes todos los signos y comunicarlos de manera detallada al especialista será de mucha ayuda, además, por supuesto, de realizar pruebas de laboratorio a muestras de secreciones o sangre para verificar que realmente es el virus del moquillo.

Cuando se ha confirmado el diagnóstico, el veterinario propondrá el tratamiento adecuado, es importante que sepas que el virus como tal no tiene un tratamiento, en su lugar, se tratan y controlan únicamente los síntomas, por lo general, basados en el consumo de antibióticos para cualquier infección secundaria, medicamentos para los vómitos, la diarrea y tos, cuidar que exista una buena alimentación, higiene para las secreciones excesivas y antiinflamatorios. La mala noticia es que es una enfermedad en la que el tratamiento no siempre es eficaz, de ahí la importancia de la prevención, sin embargo, se han registrados casos en los que ha funcionado. Para evitar propagar el virus tu peludo deberá permanecer alejado de otras mascotas y tener una limpieza constante.

El moquillo es un virus implacable que no queremos que llegue a nuestros pequeños amigos, vacúnalos en cuanto te sea posible, debe ser una prioridad y recuerda que asistir a una clínica veterinaria avalada en la que puedas confiar.

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