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Parvovirus, una enfermedad canina grave

Parvovirus
Vaya que hablar de enfermedades que afecten a nuestros peludos amigos, no es de nuestra entera satisfacción, ya que siempre queremos ver sanos y felices a nuestros pequeños, sin embargo, como hemos venido compartiendo en publicaciones pasadas es importante que conozcamos cada detalle de las afecciones que pudieran presentar, ya que eso nos ayudará primero a prevenirlas, identificarlas y poder tratarlas a tiempo, lo que en muchos casos es crucial para mantener a salvo a nuestros canes.

En esta primera entrega hablaremos del parvovirus, una infección aguda que afecta a los perros, tiene un periodo de incubación de cinco a diez días, el virus que la genera es un microorganismo altamente infeccioso, además de resistente al medio ambiente, por lo que puede sobrevivir fuera del portador por varios meses, provoca en nuestros pequeños una gastroenteritis grave que desencadena diarrea y vómitos, la vía de contagio es oral y nasal, por lo general, cuando hay contacto con las heces de algún otro perro infectado, el virus se reproduce muy rápido esparciéndose por el torrente sanguíneo apareciendo ya a los tres días.

Los síntomas más comunes del parvovirus por los que se puede identificar el padecimiento son el decaimiento o desgano en tu mascota, la falta de apetito, diarrea donde se puede percibir sangre y vómitos, entre los principales, sin embargo, de acuerdo a la gravedad y avance de la enfermedad se puede presentar una excesiva deshidratación. Incluso se pueden dar casos en los que, pese a tener la enfermedad no se presente ningún síntoma, esto se debe a la baja concentración del virus, así que las revisiones periódicas son un gran aliado en la detección oportuna de enfermedades. Para tener un diagnóstico más seguro se deben realizar pruebas de laboratorio, como las sanguíneas, que van mostrando el avance y evolución de la enfermedad.

El parvovirus tiene un alto índice de mortalidad, por lo que el tratamiento debe iniciarse lo más pronto posible, este se basa en el mantenimiento del paciente mediante el control y regulación de los síntomas, ya que no existe un medicamento o tratamiento específico contra esta enfermedad, así que se centra en evitar la deshidratación, proteger el tracto intestinal y controlar las infecciones secundarias, esto mediante la toma de antieméticos y antiácidos que eviten los vómitos y la ingesta de agua y suero con potasio y glucosa. Por supuesto, los antibióticos son parte esencial del tratamiento.

Para evitar que nuestro peludo pase por esta situación es crucial controlar y prevenir el parvovirus mediante la vacunación y la higiene ambiental, son dos puntos clave, ya que el virus tiene un lapso de sobrevivencia de hasta cinco meses fuera del animal y es muy resistente a desinfectantes. No expongas a tu peludo a esta enfermedad que puede ser mortal, la vacunación a partir de las seis semanas de edad es la manera más segura de contrarrestar este virus.

No olvide consultar a tu médico veterinario de confianza y hacer revisiones periódicas de tu pequeño amigo siempre será mejor prevenir.

Has tu cita aquí.

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