Antes de responder esta pregunta queremos contextualizarte sobre esta enfermedad, la hepatitis canina es causada por un virus llamado adenovirus canino del tipo 1, por lo general, afecta a perros y a zorros, sus síntomas pueden oscilar entre leves y graves a tal grado de llegar a ser letal, acompáñanos para que conozcas más características de este padecimiento y descubras qué tan común es.
Debemos tomar en cuenta que una vez que se ha adquirido la enfermedad puede ser altamente contagiosa, ya que la fuente principal de infección es la ingesta de orina, heces o saliva de otros animales que estén infectados, además, los perros que se recuperan de la infección siguen siendo un peligro, ya que el virus se sigue esparciendo durante seis meses después mediante la orina.
Sumado a lo anterior, tenemos que el virus de la hepatitis canina es altamente resistente a muchos desinfectantes y puede durar en el ambiente durante semanas o incluso meses. Sin duda esto nos podría alarmar, ya que conllevaría la propagación de la enfermedad, sin embargo, actualmente este virus no es tan común debido a la eficacia de las vacunas, de ahí la importancia de cumplir con el esquema completo de vacunación, para los cachorros a los que aún no les toca dicho esquema, se recomienda ser precavidos, es decir, no exponerlos a la convivencia con otros perros de los que se desconoce su procedencia o sacarlos a pasear en zonas donde convergen muchos peludos, ya como te hemos compartido una fuente de infección son algunas de las secreciones de los perros contagiados.
Esperamos que no sucede, pero es conveniente que conozcas algunos de los signos y síntomas que se manifiestan una vez adquirida la enfermedad de la hepatitis canina, que nada tiene que ver con la que padecemos los humanos. Como existen diferentes niveles de gravedad de este padecimiento, los síntomas de la forma aguda son: fiebre alta, ritmo cardiaco y respiratorio acelerado, conjuntivitis, vómitos, diarrea, faringitis, congestión y en ocasiones ictericia, que se refiere a la coloración amarillenta de la piel y las mucosas.
Se debe tomar en cuenta que hay muchos perros que están infectados, pero no presentan un cuadro clínico, así como considerar que este virus tiene un periodo de incubación que oscila entre 4 y 6 días, a excepción de cuando se presenta la enfermedad de forma sobreaguda, lo que quiere decir que el peludo puede morir en pocas horas, en estos casos puede confundirse con algún tipo de envenenamiento por la rapidez por la que ocurre todo.
El tratamiento para la hepatitis canina consiste en la administración de antibióticos para contrarrestar las infecciones bacterianas secundarias, medicamento para controlar algunos síntomas como diarrea, vómitos y coagulación de la sangre; antiinflamatorios, llevar una dieta especial para la insuficiencia hepática, así como reposo, considerar que después de reponerse a la enfermedad el ejercicio debe retomarse poco a poco, ya que puede haber recaídas si nos confiamos. Si tienes dudas sobre si tu perro padece esta enfermedad contacta a tu veterinaria de confianza.
