Cuando tenemos un animal en casa como miembro de la familia, siempre pensamos en su bienestar y queremos lo mejor para él o ella. En caso de que tenga una lesión, accidente o malestar siempre velaremos por su salud y al conocerlo tanto, en ocasiones sabremos qué síntomas se relacionan a algún padecimiento o enfermedad y es cuando acudimos a nuestro veterinario a que le de atención y algún tratamiento, pero ¿sabes cuándo deberá recibir fisioterapia animal?
Primero empecemos por definir que la fisioterapia animal es un complemento a determinadas enfermedades o padecimientos, teniendo como objetivos principales el restablecimiento de las funciones físicas, motoras y biomecánicas de alguna parte del cuerpo y/o el tratamiento del dolor; todo con miras a que nuestra mascota tenga mejor calidad de vida.
Teniendo en cuenta este par de objetivos podremos saber lo importante que es llevar a fisioterapia animal y ahora definamos cuándo.
Por un lado debemos identificar qué parte del cuerpo de nuestra mascota presenta algún padecimiento, pues dependiendo de esto sabremos cuándo necesita; pues no todos los padecimientos son susceptibles de fisioterapia animal. Las partes a tratas con terapia física son: columna, hombros, cuello, codos, carpo, cadera, rodillas, tarso, músculos.
Una vez identificada la zona veremos qué tipo de lesión o patología presenta. Las principales son: luxaciones, artrosis, parálisis, tetraplejias, osteocondritis, protusiones discales, listesis, discopatías, fracturas, wobbler, tenosinovitis, hiperextensiones carpales, displasia, desgarres musculares, lesiones tendinosas y ligamentosas, cicatrización de heridas, espondilosis, artropatías, osteosíntesis, entre otras.
Tal vez hemos identificado algunos términos, pero es difícil saber a qué se refieren todos los demás. Ahora te damos la definición según la RAE (Real academia de la lengua) y a qué se refieren en términos comunes:
- Luxación: dislocación de un hueso; es decir, que el hueso se mueve de su lugar.
- Artrosis: alteración patológica de las articulaciones, de carácter degenerativo y no inflamatorio, es decir, una afección a causa del desgaste del cartílago.
- Parálisis: privación o disminución del movimiento de una o varias partes del cuerpo.
- Tetraplejias: Parálisis de las cuatro extremidades.
- Osteocondritis: enfermedad que afecta los huesos y el cartílago de una articulación en específico (más frecuente son en rodilla, tobillo y rótula).
- Osteoartritis:
- Protusión discal: cambio la anatomía de la columna vertebral
- Listesis: es una condición que se presenta cuando una vertebra se sale de su posición y se desplaza hacia adelante o hacia atrás, encima de otra vertebra.
- Discopatía: Padecimiento en los discos, cuando estos pierden su fuerza.
- Fractura: Ruptura total o parcial del hueso.
- Wobbler: Es un síndrome persistente en los perros, que consiste en la comprensión de la médula a nivel cervical.
- Tenosinovitis: Inflamación del tejido que rodea al tendón.
- Hiperextensión carpal: es una patología asociada a traumatismos, causas genéticas, contracturas, desequilibrios nutricionales o ambientales y sobre todo a la inmovilización de la extremidad con vendajes (como tratamiento de fracturas u otras patologías) que provocan la laxitud de los ligamentos.
- Displasias: una anomalía en el desarrollo de ciertos órganos presente al nacer, que provoca malformaciones o deformaciones.
- Desagarre muscular: lesión del tejido muscular.
- Lesión tendinosa: Daño causado en los tendones.
- Lesión ligamentosa: Daño causado en los ligamentos.
- Cicatrización de heridas: Cuando se sana una lesión y queda una marca.
- Espondilosis: Se refiere a la degeneración de la columna vertebral.
- Artropatías: enfermedad de las articulaciones.
- Osteosíntesis: Es el proceso que sufren los huesos después de una fractura, colocándose en el lugar apropiado para sanar.
Es claro que no sabremos identificar todos los síntomas que se pueden presentar por una patología, por lo que cuando notes algo distinto en el comportamiento de tu mascota acude con un especialista. Y siempre que creas que tu mascota necesite recibir fisioterapia, no dudes en acudir a tu veterinario para que te oriente y te diga qué es lo adecuado para su recuperación.
Para lograr el éxito de una fisioterapia animal hay dos factores importantes: por un lado el acompañamiento y constancia de la familia de la mascota y, por otro lado, el tiempo en qué se canaliza a terapia pues entre más rápido sea atendido después de sufrir la lesión los resultados serán los más favorecedores.